miércoles, 18 de julio de 2007

Con lo puesto

Mientras trataba de imponer algo de orden a los irregulares montones de ropa que comenzaban a hacer pequeña la maleta, sintió escapar una lágrima que tras correr fugazmente por su mejilla, como la vida, se arrojaba suicida a ella.

Entre los pliegues de las camisetas, de la ropa interior, también tras las aristas de las fotografías, se colocaban los recuerdos acumulados durante los últimos años. Aguardaban allí cómplices de su situación, de una decisión irrevocable, aunque en esta ocasión daba la impresión de que miraban hacia otro lado. Quizás se sabían culpables.

Haciendo suyo una gran cantidad de aire, como si durante mucho tiempo le hubiera faltado y temiera que volviese a ocurrir, se sentó en el borde de la cama y apoyó la cabeza entre las manos. De estar compartiendo la estancia con ojos extraños, seguramente estos hubieran pensado que dudaba, pero no. Sólo renovaba fuerzas para un último gesto necesario.

Apenas un minuto después, se levantó, devolvió todo a su lugar y marchando únicamente con lo puesto, cerró la puerta a su paso. Nunca más volvió.

(s_gg)

jueves, 12 de julio de 2007

Lo que fuimos


Salgo a pasear…
No me quiero enfrentar
a cenizas sin hoguera,
al silencio de camas
que se hicieron para dos,
al orden de mi habitación.
No, a eso no me quiero acostumbrar.

Un paso, otro.
El ayer choca conmigo
y, apartándome de mi camino,
me obliga a caer
en el mar que me costó
el olvido de lo que vivimos.

Salgo a pasear…
Y no puedo evitar
que una lágrima
escape a mi intención
de imponer control al corazón.

De nada sirve pensar
que he vencido al recuerdo
de lo que tuvimos.

Olvidar quienes fuimos
para encontrar nuevos destinos
y recordar como nos amábamos
ignorando los motivos del adiós,
son dos formas de acabar perdidos.

Salgo a pasear…
hoy contigo
porque no perdimos nada.

(s_gg)
(en cuanto a esto que hoy escribo,
decir que la culpa fue de una canción
que no encontró correspondencia
con recuerdo alguno en mi interior)




miércoles, 4 de julio de 2007

Ahora


Estoy sentada en la arena,
el mar nace y muere ante mí,
como el presente,
mientras permanezco ausente
contemplando un cielo
que amaneció nublado
.

No me importa nada.
Hoy mi cama es la playa
y hasta mañana
no pensaré en otras sábanas.
Aquí sobran humedades.

Me cansé de asistir
a desfiles de palabras vacías,
de escuchar las mismas voces.

Ahora,
sólo se me antoja interesante
lo que el mar pueda decir.
Lo que él quiera decir y yo entender.

Ahora,
yo.

(s_gg)
(escuchando Axelle Red – À quoi ça sert)