sábado, 24 de mayo de 2008

Fondo y forma



"En ocasiones ocurre que unas pocas palabras, aunque sí bien escogidas, bastan para demoler pensamientos y creencias fuertemente cimentados en nuestro interior. Este es uno de esos casos."

De esta manera comentaba ayer una entrada antigua en el blog Diario de una obsesión.

Volviendo sobre ese pensamiento, opino que sucede así porque la importancia de todo aquello que realmente la posee permanece en la esencia de lo que es, no en su forma.

La forma es algo efímero, perecedero y, en consecuencia, carente de valor. Por el contrario, es el sentido o el fondo de las cosas lo que les hace poseerlo.

Siguiendo esta idea, decir que uno puede vivir la vida desde fuera, quedándose en la superficie de cuanto le rodea, ya se trate de acontecimientos cotidianos, personas (aquellas con quien compartimos nuestra vida o sólo un momento), experiencias vitales... o sumergirse en ella cerrando con fuerza los ojos, porque lo verdaderamente importante es invisible a estos.

(s_gg)
(En la entrada a la que me he referido en el texto podía leerse: "¿Alguna vez fuiste tan feliz que llegaste a creer que el resto de tu vida serías incapaz de mejorar lo que conseguiste?")

jueves, 22 de mayo de 2008

VIVIR



Qué difícil es,
estando en el campo de batalla,
permanecer en pie y ser valiente,
olvidar el pasado y el presente
y mantener la vista al frente.

Qué difícil es
sostener con firmeza una espada
cuando las fuerzas no son suficientes,
sintiendo el dolor en tus carnes
por viejas heridas que siguen abiertas.

Qué difícil es
reconocer que has caído
y, conservando el sabor a sangre en los labios partidos,
encontrar en tus entrañas el coraje necesario
para erguirte y encarar de nuevo al adversario.

Qué difícil es
batirse en duelo con un enemigo que comparte tu piel,
cuando a falta del último golpe,
vencedor y vencido, encontrados en una mirada,
comprenden que son uno mismo.

Qué difícil es,
estando en un páramo a oscuras,
diferenciar la razón de la locura;
recordar que la libertad impulsa tu vida
y, con un grito de amor,
anunciarle que has vencido,
que sólo por ella has podido.

(s_gg)

(Recuperado de mi antigua calle
de la misma forma en que hoy,
mi memoria,
lo rescató de días ya vividos)