
Sus manos conformaban una concavidad para recibir el agua que cada mañana le ayudaba a olvidar la noche arrojando algo de claridad a su mirada. Su rostro en el espejo detuvo la acción. Todos los días lo encontraba allí, a la misma hora, pero también todos los días miraba hacia otro lado.
Se acercó a su imagen y deslizó uno de sus dedos, aún mojado, por el contorno de su cara reflejada. No supo qué pensar, sólo sintió que el vacío al que cerraba los ojos cada día ahora abarcaba más que la realidad especular que lo recogía.
Dejó correr el agua por unos instantes antes de entregarse a ella, el tiempo que le llevó prometerse llenar aquel espacio con sonrisas.
Se acercó a su imagen y deslizó uno de sus dedos, aún mojado, por el contorno de su cara reflejada. No supo qué pensar, sólo sintió que el vacío al que cerraba los ojos cada día ahora abarcaba más que la realidad especular que lo recogía.
Dejó correr el agua por unos instantes antes de entregarse a ella, el tiempo que le llevó prometerse llenar aquel espacio con sonrisas.
(s_gg)