
Entre los pliegues de las camisetas, de la ropa interior, también tras las aristas de las fotografías, se colocaban los recuerdos acumulados durante los últimos años. Aguardaban allí cómplices de su situación, de una decisión irrevocable, aunque en esta ocasión daba la impresión de que miraban hacia otro lado. Quizás se sabían culpables.
Haciendo suyo una gran cantidad de aire, como si durante mucho tiempo le hubiera faltado y temiera que volviese a ocurrir, se sentó en el borde de la cama y apoyó la cabeza entre las manos. De estar compartiendo la estancia con ojos extraños, seguramente estos hubieran pensado que dudaba, pero no. Sólo renovaba fuerzas para un último gesto necesario.
Apenas un minuto después, se levantó, devolvió todo a su lugar y marchando únicamente con lo puesto, cerró la puerta a su paso. Nunca más volvió.
(s_gg)
7 comentarios:
Pasado PESADO (a veces mucho, demasiado)... Que se rinde sin remedio ante la ley de gravedad, (estrechando contra el suelo nuestras ganas de volar)... Mejor así, mujer, ligerita y sin maletas (lo dice una que ya ha emprendido el viaje)... Besitos ;)
Haces bien,
el petate a veces es mas que suficiente,
lo importante es que siempre sepas donde tienes que volver,
aunque sea solo con billete de ida.
Yo he regresado a lugares que no conocía.
Como este,
espero me visites cercana como ahora,
en esta noche serena.
Un beso de regreso fresco.
Naty, siempre queda pensar que las ganas de volar son incorpóreas para tomar impulso... Besos
JL, bonita sensación la que describes, regresar a lugares que no se conocen. Quizás la que sobreviene cuando uno se identifica, aunque sólo sea en parte, con lo que encuentra en ellos. Otro beso de regreso para ti.
A veces ya llevamos suficiente equipaje en la espalda y los bolsillos de los días de niebla. Por eso, a veces, contigo misma vale.
(Me volvió a encantar la foto).
Iraultza, siempre me impresiona ver tu foto. Me recuerdas tanto a ALGUIEN...
te sigo leyendo.
Peter, me alegro de que aún podamos contar contigo.
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