
Ella hablaba de barcos y mares,
también de faros a veces,
y pintaba con sus palabras verdes campos
que atravesaba a caballo,
espada en mano,
defendiendo sueños imposibles.
Él sólo escuchaba sus palabras pares,
porque mientras pronunciaba las que no lo eran,
esas que poco saben de rimas asonantes o consonantes,
acariciaba con su imaginación aquellos pedazos de su piel
que tan inalcanzables permanecían aún.
Y así, mientras recorrían distintos lares,
luchando en batallas tan alejadas,
acababan siempre por encontrarse en una mirada,
una en la que ambos se sentían vencidos,
derrotados y desarmados,
para acabar desvestidos contando suspiros
en su mundo compartido.
también de faros a veces,
y pintaba con sus palabras verdes campos
que atravesaba a caballo,
espada en mano,
defendiendo sueños imposibles.
Él sólo escuchaba sus palabras pares,
porque mientras pronunciaba las que no lo eran,
esas que poco saben de rimas asonantes o consonantes,
acariciaba con su imaginación aquellos pedazos de su piel
que tan inalcanzables permanecían aún.
Y así, mientras recorrían distintos lares,
luchando en batallas tan alejadas,
acababan siempre por encontrarse en una mirada,
una en la que ambos se sentían vencidos,
derrotados y desarmados,
para acabar desvestidos contando suspiros
en su mundo compartido.
(Soraya_GG)
2 comentarios:
Un apetecible final... Con un par me conformo (mejor imposible :) Saluditos, que tengas una semana en la que no pares de suspirar ;)
Naty, lo mejor de algunos finales es que nunca llegan. Un beso enorme!!
Publicar un comentario