jueves, 18 de octubre de 2007

Mi vida, un musical


Todos mirando el escenario,
no ha pasado mucho tiempo
pero ya estoy preparada para salir,
volveré a ser la estrella que fui.

La música empieza a sonar,
parece que sale de mí;
al tiempo, los focos con su luz
indican el camino que he de seguir.

Y tú, sentado entre el público,
celoso de tu vida en blanco y negro,
intentas tocarme, pero no podrás,
ahora soy inalcanzable para ti.

Aunque no lo creas, sigo siendo la de siempre,
no he cambiado, has sido tú quien se ha alejado;
de los dos, el que abandonó la función
retirándose a un mundo bicolor.

Sola otra vez, piso el escenario con más fuerza,
vuelvo a bailar y mi mirada brilla con intensidad.
Me siento bien, es mi momento,
lejos ya de ti, he recuperado el movimiento.

Sí, mírame, me tuviste y elegiste perderme,
todo lo que por ti sentía quedó en fotografías.
La razón, mi amor, es que tú ansías el silencio
y mi vida es un musical.

(s_gg)

(Hace más de un año que escribí este texto.
A veces, como hoy, vuelvo a leerlo porque
me recuerda a esos días que uno comienza
con una sonrisa imposible de disimular)

7 comentarios:

Iraultza dijo...

No la disimules, porque son las mejores, porque son tuyas, prsonales e intransferibles.

José dijo...

me encantan tus fotos y tu ambiente blogero; parece que estamos sentados en un café oscuro donde pasan musicales, poesías, etc...

Anónimo dijo...

Las sonrisas imnposibles de disimular son las mejors y si no tienen explicación, buffffff, que se repitan!

Anónimo dijo...

Por cierto, también me alegró ver a Peter en el ruedo otra vez, aunque no se le puedan dejar comentarios allí, ya los recogerá por estos lares.

Beeeeeeeeesos a los dos

Elena -sin h- dijo...

Y al final acabas haciendo sonreir a los demás :)

(s_gg) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Iraultza, seguiré tu consejo (mientras imagino que tú tb lo haces desde ese cuadrante de la foto que te reservas...)

Joselito, me alegro de que te haya gustado. Gracias por dejar tu opinión...

Messalina, un beso muy fuete para ti tb.

Sherezade, qué felicidad pensar que te he echo sonreír...